Un hogar lleno de amor para niños huérfanos
Con sus millas, help alliance ha creado el proyecto Safe House en Johannesburgo, que permite a niños huérfanos encauzar su camino hacia una vida autosuficiente
Johannesburgo, la ciudad más grande de Sudáfrica, está llena de contrastes. Por un lado es una metrópoli progresista; por otro, hay suburbios donde el día a día está marcado por la pobreza, el desempleo y la delincuencia. Aquí se concentran la mayoría de los niños de la calle del país, que crecen sin una familia real y suelen ser víctimas de violencia física y emocional.
El proyecto Safe House nació en 2001, cuando Yvonne Deetlefs transformó a tal efecto su antigua casa de Johannesburgo, sin pensárselo. Desde entonces, ha proporcionado un hogar seguro y una familia a los niños abandonados, descuidados y maltratados de los municipios cercanos. Además, Safe House les permite asistir a la escuela, un requisito fundamental para labrarse un futuro autosuficiente, sin pobreza ni violencia.
help alliance apoya el proyecto Safe House desde 2010, ¡también gracias a sus donativos en millas!
Durante los últimos 20 años, esta residencia se ha convertido en un lugar de refugio y confianza para más de 100 niños. Muchos de ellos han encontrado el amor de familias adoptivas o de acogida en Europa y Sudáfrica.
Mickey Lederer (jefe de proyecto desde 2003) trabaja como sobrecargo. Afirma que:
“A través de mi trabajo llegué a conocer y amar Sudáfrica. Sin embargo, la belleza del país no me ha impedido ver los muchos desafíos a los que se enfrenta la población local. Estoy encantada de que, gracias al proyecto Safe House, podamos brindarles a estos niños un hogar seguro y una educación de calidad. Para mí es muy importante acompañarlos en su viaje hacia una vida mejor. Asimismo, también me parece fundamental transmitirles que pueden confiar en nosotros, lo que fortalece su seguridad en sí mismos y en los demás.”
Martina Reiser (jefa de proyecto desde 2002) es auxiliar de vuelo. Reconoce que:
“Permitir que los niños desfavorecidos crezcan con dignidad en una comunidad familiar, también es una cuestión muy importante para mí. En el proyecto Safe House ofrecemos protección, cobijo y cuidados para que nuestros tutelados puedan tomar las riendas de sus vidas de una manera exitosa y orientada a unos objetivos. A lo largo de todo este tiempo y de nuestras innumerables estancias en Sudáfrica, hemos logrado desarrollar un estrecho vínculo con los niños y crear una especie de familia. Desde el principio, nuestra meta fue proporcionar estabilidad emocional, asegurar las necesidades materiales y proporcionar una educación adecuada.”
Norah, en Safe House desde diciembre de 2006
Tras años de abusos, su situación doméstica se volvió insoportable y Norah se escapó de casa. La encontraron en una gasolinera, completamente desorientada, y la policía la llevó a Safe House.
Hoy, Norah es una joven segura, formada y decidida. Además de sus estudios en contabilidad (asesora fiscal), trabaja a tiempo completo en un despacho de abogados. Se independizó y se mudó a un piso compartido con Cecilia y Nobuhle, también de Safe House, en julio de 2021.
Tebogo, en Safe House desde 2001
Tebogo padece parálisis cerebral infantil desde su nacimiento. Tras someterse a una cirugía craneal en el hospital de Pretoria, sus padres no regresaron a recogerla.
En Sudáfrica no hay escuelas de integración. Los niños con discapacidades mentales y/o físicas a menudo simplemente acaban siendo apartados. Gracias al apoyo de help alliance, se pudo enviar a Tebogo a una escuela adaptada a sus necesidades especiales. Está muy contenta de poder asistir a este centro educativo y progresa constantemente.
La exitosa cooperación comenzó en 2010 con la adquisición de un autobús escolar. Desde 2017, help alliance asume todos los costes de manutención, escolares, de formación y perfeccionamiento, los gastos de mantenimiento de la residencia y de asistencia sanitaria, así como los costes salariales de las “madres” a tiempo completo, incluida la responsabilidad social de sus familias.
Desde sus inicios como una casa sencilla en 2001, Safe House ha evolucionado constantemente.
El objetivo para el futuro es que todos los jóvenes del proyecto puedan llevar una vida independiente y autosuficiente “más allá de los suburbios”. Como en el caso de Norah, esto significa que los jóvenes adultos puedan contar con el apoyo de “su” comunidad Safe House a la hora de mudarse a su propio hogar, seguro y asequible, cuando llegue el momento, y hasta que concluyan sus actuales estudios o cursos de formación. En 2022, por tanto, se creará un fondo de apoyo para todos los gastos financieros. Los/las jefes/as de proyecto permanecen en contacto con los jóvenes, incluso después de abandonar su residencia Safe House. Su relación a largo plazo ha creado un vínculo familiar que también será extremadamente importante en las próximas etapas de la vida de estos jóvenes.